El 5 de abril, Ucrania anunció que había destruido “al menos seis aviones militares rusos” en un ataque a una base aérea en la región de Rostov, en el suroeste de Rusia. Moscú había dicho anteriormente que pudo neutralizar 53 drones ucranianos durante la noche.
Una fuente de defensa ucraniana indicó a la AFP que los servicios de seguridad y el ejército ucranianos llevaron a cabo una operación especial contra la base aérea de Morozovsk, en la región de Rostov: “Al menos seis aviones militares rusos fueron destruidos y otros ocho aviones resultaron dañados”.
Rusia no ha confirmado la noticia, pero el Ministerio de Defensa había informado previamente de un ataque masivo con drones ucranianos en varias regiones, incluida Rostov: “53 drones ucranianos fueron destruidos, 44 de ellos en la región de Rostov”.
Según la fuente ucraniana, la base de Morozovsk alberga los bombarderos utilizados para atacar posiciones del ejército en Kiev y ciudades ucranianas cercanas a la línea del frente.
La fuente añadió que la operación “reducirá significativamente el potencial de la fuerza aérea rusa”.
Poco más de dos años después de que comenzara la invasión rusa, Kiev ha redoblado sus ataques con drones y misiles contra territorio ruso, dirigidos a objetivos militares e infraestructura energética.
Mientras tanto, las autoridades de ocupación instaladas por Moscú dijeron que el ejército ruso avanzaba hacia Chasev, un vecino al oeste de Bakhmut en la región de Donetsk en Ucrania.
El canal DeepState del servicio de mensajería Telegram, cercano al ejército ucraniano, dijo que los rusos habían “entrado en casas” en las afueras del este de la ciudad.
Chasiv Yar está situada a unos treinta kilómetros al sureste de Kramatorsk, y es la ciudad más importante aún bajo control del ejército ucraniano en la región de Donetsk.
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