Traducido de Desinformemonos** Este interesante artículo trata sobre la deforestación en América Latina. El informe se centra en la penetración de las comunidades menonitas (una de las tendencias más importantes derivadas del anabautismo) en las selvas del continente latinoamericano. Es significativo notar cómo estas comunidades, todas marginadas, asumen el rol de pioneras de los procesos extractivos. ¡Disfruta leyendo!
“Compraron nuevas tierras y cortaron los árboles donde estaban nuestros antepasados”, dice una fuente de Meta, Colombia. “Los Mbya vivimos de lo que nos da la selva, pero aquí no hay casi nada”, dice un indígena de una comunidad asentada en la Mata Atlántica (BAAPA) en Paraguay. “Cortaron miles de hectáreas”, dice un miembro de Gabi Habin, una cooperativa de apicultura en Quintana Roo, México. Estos testimonios tienen una cosa en común: apuntan a colonias menonitas (Iglesia anabautista más grande ndt) responsables de la deforestación en sus territorios o municipios. Muchos de los que nos hablan tienen miedo de hablar en público por temor a represalias.
Denuncias de comunidades indígenas, campesinas, ejidos (Suelo común de uso público ndt) y los lugareños notan que se han despejado vastas extensiones de tierra para introducir soja, maíz y sorgo en cinco países latinoamericanos: Bolivia, Colombia, México, Paraguay y Perú. Un grupo Mongabe Ladam, Rudas del Conflicto en Colombia y El Debor en Bolivia realizaron la investigación. En estos casos, detectar alarmas recientes de deforestación primero a través de imágenes satelitales y luego con reportes de campo.
Más de 500.000 alertas de deforestación generadas entre enero y octubre de este año llevaron a los periodistas a cinco puntos críticos, donde encontraron tala no autorizada, invasión de territorios de comunidades tribales, acaparamiento de tierras, amenazas y diversas denuncias. .
La expansión de la agricultura mecanizada desarrollada por los menonitas ya está siendo monitoreada por muchas autoridades en América Latina. Eulogio Núñez, director nacional del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) de Bolivia, confirmó en un acto público que algunas colonias excedieron sus límites de propiedad para ampliar sus campos. Citó el caso específico de la colonia Valle Verde en el municipio de San José de Chiquitos, donde “intentaron extenderse más allá de la ley, lo cual no está permitido. La tierra pública también era donde querían extender“, dijo Núñez.
¿Cuál es el tamaño de la presencia menonita en el área? Un estudio científico reciente, Pioneros piadosos: un análisis de la expansión de las colonias menonitas en América Latina Agresión de este grupo religioso que emigró de Europa. Un mapa de presencia menonita preparado para el estudio da cuenta de eso en América Latina 214 colonias menonitas Cubre un área de alrededor de 3,9 millones de hectáreas, más que la superficie terrestre total de los Países Bajos, dice la publicación. Los tres países con mayor número de colonias son Bolivia con 90, México con 65 y Paraguay con 25. El primer país al que llegaron fue México en 1922.
El autor principal del estudio, Yann le Polain de Waroux, investigador del Departamento Canadiense de Geografía de la Universidad McGill, le dijo a Mongabe Ladam que “mientras haya colonias con familias numerosas, la expansión continuará”. Es importante y al mismo tiempo es importante el valor de ser agricultor. Así que esta gente necesita tierra y necesita construir nuevas colonias y crecer. Todavía hay incentivos para buscar nuevas tierras dentro y fuera de América Latina.
En la mira de los funcionarios ambientales
Reconocer la presencia de una colonia menonita en una imagen satelital no es difícil al anotar su presencia en los mapas. Suelen estar marcados por patrones de trabajo. Aparición de líneas rectas o trazos, a partir de la cual se abren cuadrantes para suelo agrícola. Carla Limas, experta en sistemas de información geográfica de ProPurús, una organización ambientalista que estudió la ocupación menonita en la región Ucayali de la Amazonía peruana, se refiere a las líneas dibujadas por los menonitas como ejes agrícolas por su origen. Nacen las conspiraciones”. Vistas desde arriba, estas formaciones parecen grandes cicatrices en medio del bosque.
La pérdida de bosques en los territorios de estas colonias ha llamado la atención de los funcionarios ambientales. Por ejemplo, en la Amazonía peruana, las colonias establecidas en las regiones de Loreto y Ucayali enfrentan investigaciones fiscales. En Padre Márquez (entre Loreto y Ucayali), el abogado investigó 338 hectáreas deforestadas; El caso gira en torno a la pérdida de 894 hectáreas en Masisea (Ucayali) y 1400 hectáreas en la colonia Tierra Blanca (Loreto). Un punto común conecta estos tres eventos: la Historia del transporte terrestre en el contexto de la adquisición de tierras.
Una de las historias investigadas para este especial, el caso Thirundan, se centra precisamente en la investigación de la enajenación de tierras y el cambio de uso no autorizado detrás de la adquisición de inmuebles. Asimismo, se revelan las reuniones que sostuvieron los líderes de las colonias menonitas y sus defensores en las más altas esferas políticas. Su profesión debe ser legalizada..
En Paraguay, los fiscales investigaron un caso presentado por un aldeano que denunció que maquinaria de una colonia menonita había talado al menos tres hectáreas de bosque y destruido un estuario en medio de la reserva comunitaria Bindoi. En espera de un fallo, más de 600 advertencias de deforestación indican una pérdida continua de bosques.
En Colombia, las reivindicaciones de las comunidades indígenas Chiguani del Meta sobre las tierras ancestrales ocupadas por colonias menonitas han sido resueltas por la comisión ambiental Cormacarena. Se han registrado tres procesos de desbroce por deforestación y contaminación de fuentes de agua. Aunque los menonitas se han comprometido con autoridad a restaurar los bosques afectados, las comunidades se quejan La deforestación no se detiene.
“Despejaron lo que creo que es casi una hectárea de árboles cerca de Itwitsulibo. Hasta la madera sigue ahí, no la recogen”, dice Alexander Alvarez, gobernador del territorio ancestral de Itwitsulobo.
En México y Bolivia, las colonias menonitas se establecieron y adquirieron tierras en las selvas mayas y la selva amazónica y las convirtieron en tierras de cultivo. En Quintana Roo, México, se ha informado que algunos menonitas se convierten en egitatarios para lograr sus objetivos, y en Bolivia, los grupos ambientalistas a veces se hacen pasar por agricultores para obtener derechos sobre la tierra y luego explotarlos. Solo en México, en 2018, la Comisión Ambiental dictaminó que al menos 1,316 hectáreas de bosque habían sufrido un cambio de uso de suelo sin autorización.
Las denuncias y patrones de ocupación de tierras son recurrentes en muchos de los países incluidos en esta lista especial. Efectivamente, Las colonias menonitas se trasladaron de un punto a otro dentro de la región. Así lo explica Yann le Polain de Waroux con dos ejemplos: “Veo como dos movimientos. Por un lado, los menonitas mexicanos, por ejemplo de las antiguas colonias de Chihuahua, se enfrentan a una inseguridad cambiante, problemas de agua y sequía. Son los que se ven en las nuevas colonias en Colombia y hasta ahora en Argentina. Otro son las colonias bolivianas, con un crecimiento impresionante, algunas de ellas en Perú y que buscan nuevas tierras dentro de Bolivia pero también en el exterior. ¿Cuál sería el impacto de estas colonias menonitas en las tierras de América Latina?
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Esta investigación transfronteriza fue coordinada por Mongabe Ladam en colaboración con la colombiana Rudas del Conflicto y la boliviana El Debor.
Versión general: Alexa Vélez. Autor: Thelma Gómez, Michael Carrera y María Isabel Torres. Coordinación: vanessa romo. Equipo de prensa: Yvette Sierra, Vanessa Romo y Alexa Vélez de Mongabay Latam; Natalia Brito y Pilar Buentes de Rudas del Conflicto en Colombia; Iván Paredes de El Tebar, Bolivia; Aldo Benítez de Paraguay y Valeria y Robin Canul de México. Producción Audiovisual: Ricardo Romero. Foto y video: Ana María Guzmán, Hugo Alejos, Robin Canul, Juan González, Mario Silvero y Edwin Caballero. Audiencia y Redes: Dalia Medina y Richard Romero.
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*Imagen principal: Las colonias menonitas progresaron entre ecosistemas, como bosques subperennifolios de meidana, bosques bajos de llanuras aluviales, sabanas y otros ecosistemas interconectados. Mediante el uso de maquinaria pesada, realizan cambios en el uso de la tierra para un cambio agrícola radical. Foto: Robin Conul.
**Publicado originalmente en Mongabai Latham
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