Migraña: tratamientos para una enfermedad invisible.

Evitar el uso excesivo de analgésicos es el principal reto de los investigadores.

Un día estresante, una mala noche de sueño, dormir a deshoras, un conflicto en la familia y ahí está. El dolor de cabeza aparece en muchas personas y quizá sea imposible encontrar a alguien que no haya vivido con este problema en algún momento de su vida. Por ello, debes reducir los posibles detonantes para poder disfrutar de tus visitas a bobcasino.com/pt.

Según estudios se han identificado más de 200 tipos de cefaleas. Entre todas ellas, una de las más comunes y también más conocidas es la migraña. Aunque a menudo se confunde con otros dolores de cabeza, tiene características muy específicas: el dolor se produce en un solo lado de la cabeza, tiene una intensidad de moderada a intensa, suele ser pulsátil, dura entre cuatro y 72 horas y suele ir acompañado de otros síntomas como náuseas, vómitos, mareos, sensibilidad a la luz, al ruido y a los olores.

Encontrar tratamientos para evitar las crisis de migraña y el uso excesivo de analgésicos entre las personas que padecen la enfermedad es uno de los grandes desafíos del área médica. Para quienes conviven con el problema, buenas noticias: las que se presentan son alentadoras.

Conoce la diferencia entre migraña y cefalea común:

La migraña afecta a millones de personas que viven con este dolor incapacitante. Entre las mujeres, el problema es aún mayor: la prevalencia ronda el 25%, una cifra hasta tres veces superior a la de los hombres.

Uno de los errores más comunes que cometen quienes padecen migraña es automedicarse. El uso excesivo de analgésicos provoca un aumento de la frecuencia e intensidad del dolor, agravando la situación. Por lo tanto, quienes tomen más de dos pastillas a la semana deben tener cuidado.

Funciona como un proceso de dependencia en el que tu cuerpo te pedirá más y más, y la forma que el cuerpo encuentra para pedir analgésicos es con el dolor. Cuanto más tome, más necesitará y más dolor tendrá. Esto hace que sea muy difícil, lo que requiere el uso de dosis más altas y medicamentos más fuertes.

La búsqueda de tratamientos que permitan reducir el consumo de analgésicos ha dado buenos resultados. Alternativas como la neuro-estimulación y el uso de toxina botulínica son formas eficaces y cada vez más comunes de ayudar a quienes sufren dolor.

Conoce a algunos de ellos:

Neuro-estimulación

Una de las novedades más prometedoras en la lucha contra la migraña son los tratamientos basados en la neuroestimulación. Es una técnica que estimula varios nervios craneales a través de dispositivos, haciendo al paciente más resistente a las crisis.

Estimula una rama del nervio trigémino, que se activa durante la crisis migrañosas. Es un tratamiento que puede utilizarse tanto para prevenir el dolor como en momentos de crisis. Como forma preventiva, el uso del aparato debe ser diario, con sesiones de unos 20 minutos. Los efectos se notan al cabo de uno o dos meses. Sólo debe utilizarse bajo supervisión médica.

Nuevos medicamentos

Tras casi 10 años sin descubrimientos importantes para el tratamiento preventivo de la migraña, la investigación sobre un nuevo medicamento ha animado a la comunidad médica. En una fase avanzada de los estudios, el fármaco se aplica mediante inyecciones e inhibe la acción del CGRP, un péptido que se libera durante un ataque de migraña.

El fármaco es un anticuerpo que actúa contra los receptores CGRP, evitando el dolor. Los primeros estudios tuvieron buenos resultados y ahora debe comenzar la investigación con un mayor número de pacientes para probar la seguridad y eficacia, además de establecer con mayor claridad los efectos secundarios.

Se están estudiando tres fármacos con la misma acción, pero aún no hay una previsión oficial de cuándo estarán disponibles en el mercado.

Estilo de vida y prevención

La incidencia de la migraña viene determinada por la genética, pero mantener un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir los ataques. La actividad física aeróbica regular, dormir bien, beber mucha agua, comer cada tres horas y evitar el estrés son beneficiosos.

Se sabe que algunos alimentos como el vino tinto, los quesos curados y los embutidos desencadenan dolores de cabeza, pero los expertos advierten de que nada puede tomarse al pie de la letra.

Esto es muy relativo. Muchas personas que sufren de migraña consumen estos alimentos sin ningún problema. En general, los desencadenantes son múltiples. La crisis aparecerá probablemente el día en que la persona ya predispuesta trabaje más, esté más cansada, duerma menos, se deshidrate o no coma bien y, además, se estrese.

Aunque todos los disparadores son importantes a tener en cuenta, las crisis no se detonan por uno solo de ellos, es el conjunto de varios los que producen que se desencadene un ataque de migraña. Es por ello que, quienes saben que se expondrán inevitablemente a algún disparador (sonidos, estrés, olores fuertes, por ejemplo) deben tratar de reducir al máximo el resto de los disparadores que sí pueden controlar.