En una época de tipos de interés en aumento, la mayoría de las personas que contratan una hipoteca prefieren un tipo de interés fijo. ¿Pero realmente vale la pena?
A la espera de los próximos movimientos del Banco Central Europeo, hay quienes dan por sentado que los tipos de interés dejarán de subir, y hay quienes temen nuevas subidas. Esta es la razón por la que la mayoría de los prestatarios prefieren contratar una hipoteca a tipo fijo, para evitar el riesgo de mayores pagos mensuales.
Actualmente, elegir un tipo de interés fijo supone comprometerse económicamente con cuotas que son fijas y por tanto no cambian en el tiempo. Dado que el tipo se mantiene invariable hasta la fecha de vencimiento, quienes contratan la hipoteca saben cuánto pagarán desde el momento de la firma del contrato. En definitiva, un producto especialmente indicado para quienes no quieren correr riesgos y se ven obligados a afrontar cuotas insostenibles.
Por el contrario, las hipotecas a tipo variable están sujetas a las fluctuaciones del mercado financiero y los pagos pueden cambiar constantemente, por lo que no es posible hacerse una idea de lo que costará finalmente el préstamo.
¿Es mejor una hipoteca a tipo fijo o variable?
¿Es más adecuado un tipo fijo o un tipo variable? Esta es una de las preguntas más frecuentes a la hora de elegir una hipoteca. Evidentemente, la respuesta depende de muchos factores, en particular de su duración y de los ingresos de los hogares, pero, sobre todo, del escenario económico actual y futuro. En estos momentos, en los que los tipos de interés son muy altos, elegir una hipoteca con tipo de interés variable es sin duda menos beneficioso.
Ni que decir tiene que hoy en día la opción más cómoda para comprar una vivienda con un préstamo hipotecario es una hipoteca a tipo fijo. Es por ello que, actualmente, quienes ya tienen una hipoteca a tipo variable están optando por sustituir su hipoteca, pasándose a una hipoteca fija. Afortunadamente, muchas entidades de crédito ofrecen la posibilidad de realizar este proceso de forma totalmente gratuita.
Sin embargo, también es bueno pensar a largo plazo. Evidentemente, no se espera que los tipos de interés aumenten para siempre, por lo que si hay suficiente disponibilidad económica, es mejor no abandonar inmediatamente la idea de una hipoteca a tipo de interés variable. Como muchos saben, de hecho, en el caso de tipos de interés estables y bajos, una hipoteca a tipo variable es más favorable con el tiempo. Por lo tanto, incluso si la inflación europea sigue siendo muy alta por el momento y la normalización sólo podrá alcanzar la normalidad en la primavera de 2024, es mejor no descartar de antemano la elección de una hipoteca a tipo de interés variable, sobre todo, en vista de los importantes ahorros futuros.
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