Hamás publicó en sus canales oficiales de Telegram un vídeo de unos segundos de duración filmado durante el ataque a uno de los kibutzim, el Kibbutz Holit, el 7 de octubre. En el vídeo, del que mostramos imágenes fijas, se muestran tres niños en manos de terroristas que han informado a Israel que los tienen como rehenes. Sin embargo, la publicación se utiliza como arma propagandística, especialmente entre la opinión pública proárabe, para mostrar cómo los terroristas tratan a los niños con cuidado. Uno está sentado sobre las piernas de un miliciano armado y el otro es muy pequeño en un cochecito que lo empujan hacia adelante y hacia atrás para calmarlo. El tercero, un poco más grande que un recién nacido, lo lleva en brazos, aunque encima de la ametralladora del terrorista. A continuación, dos de los niños (el menor de los cuales está fascinado por la ametralladora que lleva al hombro) son recogidos por un joven miliciano con el rostro cubierto y dirigiéndose a su pueblo.
La escena final del vídeo muestra al niño mayor dentro de la casa al que se le pide que diga frases en árabe (aparentemente una oración) y luego bebe una taza que puede contener leche o agua. No es casualidad que el vídeo se haya publicado un día después de que el gobierno israelí publicara fotografías de niños asesinados por armas o carbonizados por fuego encontradas en kibutzim. Pero también recuerda al público israelí, en vísperas de la entrada de tanques en la Franja de Gaza, que tienen niños muy pequeños en sus manos a los que podrían matar.
Lea también:
“Analista exasperantemente humilde. Experto en tocino. Orgulloso especialista en alimentos. Lector certificado. Escritor ávido. Defensor de los zombis. Solucionador de problemas incurables”.
More Stories
Detener el apoyo, los cuchillos y la represión contra el Islam: un punto de inflexión en Berlín tras el atentado de Solingen
Israel y el ejército: “El ataque de los colonos en Git es terrorismo”. “Los servicios nos avisaron y no hicimos lo suficiente para evitarlo”, admite.
“Esto no se puede decir” – Il Tiempo