Recientemente, los rumores sobre el posible regreso de Massimo Giletti a Rai se han vuelto persistentes. Al gobierno de Giorgia Meloni no le importaría nada dar vida a un cambio de gabinete en la alta dirección de la Empresa Pública de Radiodifusión y Televisión. Y el presentador de “Non è l’Arena” -programa nacido en La7 en 2017 tras probar L’Arena en los canales de la Rai en 2004- parece estar en negociaciones avanzadas con su ex empresa, con las bolsas casi en la mano. Está claro que antes de cualquier cambio de peones habrá que esperar el anuncio oficial de la revolución en el anuncio de Viale Mazzini, con la despedida que parece muy probable del director general Carlo Fortes.
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El mismo Giletti, durante su emisión del domingo 26 de marzo, es protagonizado por otro pez gordo de la criatura de Urbano Cairo, esta vez en un papel invitado: Enrico Mentana. El presentador lo presionó sobre las declaraciones del ministro de Cultura Gennaro Sangiuliano, ex director de Tg2, de que todavía habrá “pequeño Stalin” en Rai. Sin mencionar para nada la fuente, es decir, “Che Tempo Che Fa” de Fabio Fazio, otro personaje que se dice cercano al homenaje. Luego dejar que Giletti, formulando la pregunta, se escape, quizás voluntariamente, “Nos quedamos sin rai…”. Mentana lo interrumpe con otra pregunta, cuya respuesta parece retórica: “Y ahí nos quedamos, ¿no?”. En ese momento, el arrendador se echó a reír avergonzado y no desmintió los rumores: “Depende, yo siempre digo nunca digas nunca en el futuro”.
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El director del diario La7 pasó entonces a atacar la que también fue su antigua casa, criticando el sometimiento de Rai a la lógica de los partidos. El problema es que los editores de opinión son los partidos. ¿Es posible Media sin Berlusconi o 7 sin El Cairo? No tiene sentido fingir no saber que Rai está sujeto a la voluntad de las partes”. Luego concluye con un historial personal: “Entré en Tg1 en 1980 y nunca vi una salida reñida con Palazzo Chigi”.
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