Tanto la NASA como SpaceX esperan enviar humanos a Marte algún día. El director ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, ha compartido públicamente planes para colonizar el Planeta Rojo a lo largo de los años, y la NASA incluso ha identificado una posible misión tripulada a Marte en la década de 2030. Por supuesto, hay muchos obstáculos que superar antes de que podamos esperar alcanzar estos objetivos, pero ahora, nuevas preocupaciones sobre el daño renal de los astronautas pueden arruinar esas esperanzas antes de que tengan la oportunidad de hacerse realidad.
Ya sabemos que enviar humanos a Marte llevará meses, quizás años en total. Esto se debe a que nuestro planeta vecino está a unos 225 millones de kilómetros de distancia, y los científicos estiman que viajar hasta allí utilizando la tecnología espacial actual podría llevar hasta seis meses. Los misiles de propulsión nuclear ciertamente podrían cambiar eso, pero es una apuesta que aún no hemos hecho.
Pero antes de que podamos preocuparnos por todo eso, tenemos que enfrentarnos a una nueva preocupación. Según un estudio publicado recientemente, las condiciones extremas de los viajes espaciales pueden provocar daños renales en los astronautas. El estudio utilizó muestras de más de 40 misiones espaciales que incluyeron humanos y ratones. Los datos revelaron que las condiciones en el espacio hacen que ciertas partes del riñón se encojan después de menos de un mes en el espacio.
Esta es una noticia muy preocupante, especialmente porque investigaciones recientes han demostrado que solo tres días en el espacio son tiempo suficiente para causar un deterioro cognitivo también en los astronautas. Si realmente queremos poder enviar humanos a Marte y más allá, tendremos que encontrar formas de proteger sus riñones en el camino. De lo contrario, podrían sufrir graves daños por radiación, lo que podría provocar insuficiencia renal.
Una de las principales razones por las que esta noticia es particularmente alarmante es que los riñones tardan mucho en mostrar daños por radiación. Esto significa que incluso con controles de rutina, es posible que los astronautas no siempre detecten el daño renal a tiempo, lo que los obliga a someterse a otros tratamientos para mantener el cuerpo funcionando como necesita.
Investigadores Detalla sus hallazgos en Comunicaciones de la naturaleza. Si bien dicen que no hay manera de proteger los riñones de la radiación cósmica usando blindajes, esperan que de alguna manera podamos desarrollar medidas tecnológicas o farmacéuticas que podrían ayudar a hacer posibles los viajes al espacio profundo, como las misiones tripuladas a Marte.
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