diciembre 26, 2024

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“El Italiano” regresa a Cuba

“El Italiano” regresa a Cuba

De la Resistencia a la Revolución. Este es un intenso resumen de la vida del último Garibaldi italiano que luchó por Cuba, esta vez una revolución exitosa, los Barbutos de Fidel Castro.
Gino Donne fue el único italiano o europeo que participó en la fuerza expedicionaria de Fidel Castro a finales de noviembre de 1956, cuando 82 hombres abordaron el Granma y libraron una guerra de guerrillas contra el gobierno dictatorial de Fulgencio. Bautista de Antillas

Una compañía Lo suficiente como para hacer estremecer a los rebeldes cubanos, y mucho menos a un extranjero. De hecho, en Granma sólo había cuatro no cubanos: un mexicano (“Alfonso”), un dominicano (“Ramón”) -ambos compartían con los cubanos el deseo de luchar contra el imperialismo estadounidense-, un argentino, Ernesto “Che” Guevara, un médico con asma, pero con Fidel compartió el sueño bolivariano y marciano de establecer una “Patria Grande” latinoamericana. Finalmente, “El Italiano”, Tono.
Ayer, a 67 años del desembarco de Granma, sus restos fueron inhumados en La Habana en presencia de altos funcionarios en el Cementerio Memorial Colón del Panteón de los Combatientes de la Revolución Cubana. Así la última voluntad de Tony fue cumplida por la Asociación de Amistad Italia-Cuba.

Pero él Gino Donne, un veneciano de treinta años, ¿qué hacía allí en Granma? Después de haber luchado en la guerra y en la resistencia, ¿es muy consciente del futuro incierto y peligroso que le espera? Cuestionado varias veces en los últimos años de su vida, sostuvo que lo que lo motivó no fue “la ideología marxista-leninista como la de Ernesto (Guevara)” ni la fe inquebrantable de Fidel en la victoria de la guerra contra el totalitarismo. Se definió como un “salvaje”, un rebelde persistente, dispuesto a luchar contra los sistemas que oprimieron a personas como él, desde el fondo, desde los pantanos, hasta los trabajos agotadores y mal pagados. Poder invisible. Por eso se unió a la resistencia en Italia, y más tarde incluso en Cuba, donde seguía pensando que valía la pena arriesgar la vida por los oprimidos. Era teniente de aquel barco rumbo a Cuba, jefe del grupo de la escuadra de retaguardia al mando de Raúl Castro.

Gino Giacomo Donne (tenía los nombres de sus dos abuelos en el registro civil) nació el 18 de mayo de 1924 en una granja de la aldea de Rovere, en la provincia de Treviso, San Biagio di Gallalta. En 1942 era soldado y estaba destinado en Bula. Estuvo allí el 8 de septiembre de 1943. Tenía 19 años y enseguida decidió de qué lado tomar: regresó en una embarcación a San Doña de Pía y se incorporó a la Brigada Piau, que realizaba operaciones de guerrilla y rescate.
Pero cuando la guerra termina, Italia quiere olvidar, primero se olvida de los pequeños héroes de la guerra partisana. Gino está desempleado y ha migrado para vivir. Trabaja como carpintero en Francia, Bélgica y Alemania. Luego, un repentino cambio de opinión, lo dejó todo y abordó un barco en Hamburgo y aterrizó en Cuba en 1952.

Es aquí Su vida se vuelve como una película de aventuras. En las escaleras de la Universidad de La Habana, donde consiguió trabajo, conoció a Hemingway, pero también a estudiantes revolucionarios. Pero el punto de inflexión llega cuando viaja por trabajo a Trinidad. Se enamora y se casa con Norma, una ex guerrillera de apellido Guevara. Y era la mejor amiga de la futura segunda esposa del Che Guevara, Aleida March, una luchadora del movimiento liderado por Fidel Castro. Aleida, una ex guerrillera italiana que luchó contra los fascistas durante la Segunda Guerra Mundial, le escribió a Fidel, quien estaba ocupado preparándose para su viaje al exilio en México y lanzar una guerra de liberación de la dictadura cubana.
Gino no sólo sabe cómo usar armas y tácticas de guerrilla, sino que también tiene documentos italianos que la policía de Batista, con su mirada aguda, puede viajar sin tener que respirarle en la nuca. Como tal, es el encargado de traer dinero a México en diversas misiones para comparar armas y el barco Granma que llevará a los rebeldes a Cuba. Y Fidel colabora con “Italia” en su viaje.

Y eso es bueno. Esto es lo que dijo Donè en una entrevista a Liberazione: “El 2 de diciembre, cuando aterrizamos en Cuba, tardamos cuatro horas en atravesar los matorrales y los manglares, y luego fuimos atacados por los aviones de Batista. Como me enseñó mi experiencia como partisano, nos dividimos en grupos. Los clavos de nuestros zapatos nos perforaron los pies”. En esta dramática situación, Guevara, sufriendo un ataque de asma, sin medicinas y abandonado, pierde el contacto con los demás rebeldes. “El italiano” lo encuentra, exhausto por un severo ataque de asma, con una pistola y una bolsa al hombro, pero incapaz de caminar.
Donne tuvo la experiencia de su esposa Norma, una asmática; Por eso sabe cómo darle a Ernesto un masaje energético –“Nunca lo llamé Se”, declara– para calmar su crisis y permitirle continuar. Básicamente salvarle la vida.

Después Le tocó el turno a Gino de encontrarse desaparecido tras un ataque tanto de la fuerza aérea como de las tropas de Batista en Alegría del Pío: fue el primer conflicto armado en el que los rebeldes fueron destruidos: 12 personas sobrevivieron y Chev resultó herido en la garganta. Solo, en un matorral de juncos, con las balas silbando, piensa Donne, si logra abrirse camino entre los juncos hasta donde están los otros supervivientes, dejará un rastro que el enemigo podrá utilizar. Decide separarse. Regresa primero con su esposa en Trinidad, luego a Santa Clara, donde se une a la milicia del “26 de julio”, incluida Alida March, que causa estragos en la ciudad. Sin embargo, pronto es buscado por la policía Bautista y se ve obligado a huir al extranjero.

Primero en México. Luego a Estados Unidos. Donde permanece hasta 2003, ya viuda, decide regresar a su tierra natal, donde todavía tiene familiares. Esta es una zona gris en la vida de Garibaldi. Hay quienes lo acusan de desertar de la guerra de guerrillas. Pero años después, el 1 de mayo de 2004, durante el viaje de Tony a Cuba, tanto el comandante Ramiro Valdez como Fidel hicieron una clara rehabilitación. De hecho, “El Italiano” está condecorado, Valdez, el actual viceprimer ministro, le pone el sombrero de comandante de la revolución, a quien Fidel abraza.

esto es reconocimiento ¿Doane también trabajó para Cuba en el exterior? En una entrevista con Liberazione (2006) declaró: “Como extranjero, me convenía más estar fuera de Cuba para hacer lo que no podía hacer en la Sierra Maestra. Había necesidad de formación, contactos, información, dinero, armas… hice mi parte.”
Un antiguo partidario de Garibaldi murió en 2008. A su funeral asistió una pequeña multitud con muchos ex miembros del partido. Y las coronas enviadas por Fidel y Raúl incluyen las palabras “Hola Gino”.