El legendario futbolista alemán falleció ayer, informó hoy la familia en un comunicado. Campeón del mundo como jugador en 1974 y como entrenador en 1990. Ganó dos Balones de Oro
Franz Beckenbauer Murió a la edad de 78 años. Para Der Kaiser, Beckenbauer era una leyenda del fútbol alemán. Beckenbauer fue jugador y campeón del mundo en 1974, y como entrenador ganó el Mundial de 1990. En los últimos años, Beckenbauer viene sufriendo graves problemas de salud (y hace unos días su hermano reveló su deterioro de salud) y se ha retirado desde la vista del público. . Vivió en Austria en la región de Salzburgo.
Sus compañeros eran feos, sucios y malvados. Es simplemente malo. Lo que no habrías dicho cuando lo viste. Porque él también sabía sonreír. ¿O fue una sonrisa? Ciertamente lucía elegante y pulido. Incluso cuando arrojaron el zapato, el zapato goteaba en el barro. Lo llamaban zar y había en él una especie de arrogancia y desapego.. Después de todo, la empatía no es necesaria para las grandes personas. Este fue el caso de Franz Beckenbauer, que falleció a la edad de 78 años.
Los dioses del fútbol le han dado un golazo. Parecía deslizarse sobre la hierba y cada uno de sus gestos apestaba a olor. Tecnología refinada. Hijo de una Alemania que salió devastada de la guerra, encontró en el fútbol una posible herramienta de salvación. Un padre cartero, una madre ama de casa y un tío que juega bien al fútbol. Franz ya enseñaba fútbol en el Wembley Temple cuando tenía 20 años. La final mundial, que fue en 1966. Posible venganza incruenta por la guerra perdida. Contra los odiados ingleses. Hasta donde llega. Malo para los alemanes con un gol falso No hizo falta que el VAR lo anulara, bastaba con tener buena vista y la conciencia tranquila. Que el gobierno ruso no quiso utilizar. Es cierto que la reina Isabel estaba en las gradas, por lo que algunas cosas se pueden explicar. Desde entonces el mundo del fútbol ha cambiado. lo describió bien Gary Lineker cuando decía que el fútbol es ese juego en el que juegas once contra once y Alemania siempre gana.
De hecho, a partir de ese momento equipo maravillaSi las cosas van mal, llega a semifinales. Él siempre estuvo ahí para guiarlo. Del campo y del exterior. Dicen que en el mundial de 1974 En Alemania despidió al entrenador Helmut Schenn y sólo le permitió sentarse en el banquillo. El equipo lo determinó el Kaiser Franz. Siempre ponía a sus amigos en el campo y dejaba fuera a sus competidores. Los feos, sucios y malos compañeros del Bayern de Múnich. Personas como Sepp Mayer, Paul Breitner, Gerd Müller y Uli Hone.
Nunca se perdieron de vista, incluso cuando Baviera los observaba desde lejos. él era el competidor Günter Netzer Borussia Menchengladbach, que se vio obligado a migrar al Real Madrid. El centrocampista rubio, el profeta de otra Alemania. Más preocupación e imprudencia. Beckenbauer fue un auténtico káiser y se llevó la final, a pesar de la ignominia de perder ante otra Alemania en la fase de clasificación. Al mundo, a excepción de Gianni Brera, se le ha hecho la boca agua con los holandeses. Son hermosos, limpios y lindos. Con el pelo al viento y esposas jubiladas. La marea naranja que ninguna presa pudo frenar. En el partido final marcó su primer gol. Entonces el zar levantó la cabeza.
Pues siempre jugaba sin mirar el balón en los pies.. Un jugador libre que aportaba valor al centro del campo. Gran juego de pies y toque que hizo que el balón llegara a donde debía ir. Los italianos lo admirábamos hace cuatro años en el histórico triunfo de los azzurri por 4-3 en el Azteca. Si cerramos los ojos vemos Gol de Rivera con el brazo de Beckenbauer al cuello. ¿Cómo se juega así con los ojos vendados? No es posible. De hecho, simplemente lo es.
Beckenbauer ganó dos Balones de Oro
Dos años más tarde, en 1972, consiguió el título europeo y su primer Balón de Oro. El segundo llegó en 1976.
Pero entretanto ya había ganado tres Copas de Europa seguidas. Reconocimiento obligatorio al héroe que no necesitó premios para legitimar su presencia sobre el cielo (del fútbol). no me lo perdí Jugando con Bale en aquel Cosmos que era el Campeonato de Sheiks Hace medio siglo. Su llegada a América le costó la revancha de Sheen, que no habría podido convocar al Mundial a alguien que jugaba en aquel circo de Barnum, aunque se llamara Beckenbauer. Aquí terminó la primera parte del futbolista alemán más famoso de todos los tiempos.
Como entrenador ganó Italia 90
Como entrenador, se alegró de poder volver a ganar el Mundial de 1990 en Italia. Uno de los tres, junto con el brasileño Zagallo y el francés Deschamps, ganaron el título en el campo y en las bandas. Como entrenador, ha logrado ascender a las más altas esferas del Bayern de Múnich y de la FIFA. Con muy pocas caídas. Pero nada del estilo. Hay un balón de fútbol antes de Beckenbauer y otro (hermoso y maravilloso) con él. Después del zar será como cerveza sin espuma.
(El artículo se está actualizando)
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8 de enero de 2024 (Modificado el 8 de enero de 2024 | 5:46 pm)
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