Aunque lo creas así, Smart ya ha intentado interpretar el concepto de coche deportivo a su manera. Desafortunadamente, no salió bien.
La empresa alemana Smart ha sido la gran campeona de los últimos años Una de las mayores revoluciones Sin precedentes en el mundo del automóvil, un verdadero “giro del talón”, como dicen los americanos. De hecho, la marca que era famosa por sus coches urbanos biplaza o al menos la versión de cuatro plazas del famoso coche, ahora ha orientado su producción hacia los SUV, una elección única que nunca esperábamos de esta marca.
Pero los mayores entre nosotros recuerdan bien Del cual Smart siempre trató de salir De sus cánones estilísticos tradicionales. De hecho, la marca alemana ha puesto en circulación muchos coches, además de los conocidos clásicos Fortwo y Forfour. Por ejemplo, entre 2003 y 2005 produjo un deportivo descapotable que, en cualquier caso, no tuvo tanto éxito como los dos modelos mencionados.
Planes para poner en marcha lo que luego se convertiría en carretera. roadster inteligente Cobraron vida en el año 2000, pero el coche necesitó algunos años más para estar listo. Era un coche acorde con la filosofía Targa de los años 80. Sin embargo, se trata de un motor de potencia modesta, acoplado a un bastidor ligero, que pesa sólo 800 kilogramos. Una receta probada que a los clientes nunca les gustó…
El modelo que no convenció
Incluso para los estándares de los coches inteligentes era tan pequeño Tiene una longitud total de menos de tres metros y medio, es estrecho, tiene llantas pequeñas de 15 pulgadas y sólo dos asientos. El motor era un M160 de tres cilindros, casi igual que el Fortwo pero con 62 caballos, suficientes en teoría para hacer que el coche fuera ágil y rápido incluso con una potencia tan reducida. El coche contaba entonces con una caja de cambios electrónica que era algo lenta al pasar de una marcha a otra, como recuerdan los clientes.
Con sólo 43.000 unidades producidas en dos años antes de que el proyecto se suspendiera, pese a su llegada De la versión Brabus Con un motor de cien caballos que solucionaba en parte los problemas del modelo básico: el coche también costaba 20.000 euros, una cifra decididamente elevada para la época. Un coche divertido de conducir, con sus ventajas, pero que el mercado no le dio la respuesta deseada.
Salir en una cita Como suele suceder En los casos de coches “fracasados”, el Smart Roadster se ha desquitado un poco, ya que se trata de un modelo buscado por los coleccionistas, teniendo en cuenta también el reducido número de ejemplares puestos en circulación. Es una pena que Smart no haya vuelto a intentar fabricar un coche similar, aunque, teniendo en cuenta los costes del proyecto, podemos entender por qué.
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