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Buenos Aires (AFP)- Paleontólogos argentinos han anunciado el descubrimiento de un dinosaurio depredador apical que medía tres pisos desde la nariz hasta la cola y evisceraba a su presa con garras afiladas y curvas.
El paleontólogo Mauro Aranciaga dijo a la AFP que el gigante de seis toneladas, el cangrejo de río gigante más grande jamás descubierto, se alimentaba de dinosaurios más pequeños, a los que despedazaba con sus garras antes de clavarse en sus intestinos.
Aranciaga dijo que habría sido el ‘principal depredador’ de su época, y bien merecía su nombre científico ‘Maip macrothorax’.
Primera parte “Maip” se deriva de un personaje mítico “malvado” del pueblo indígena Aonikenk en la Patagonia.
El personaje ha sido asociado con la “sombra de la muerte” que “mata con vientos fríos” en los Andes, según un estudio publicado en Nature Journal Scientific Reports.
El segundo segmento, “macrotórax”, se refiere a la enorme extensión de la cavidad torácica de la criatura, aproximadamente 1,2 metros (3,9 pies).
‘Sueño de infancia’
La bestia recién identificada mide de nueve a diez metros de largo, más grande que cualquier especie de megaraptor descubierta anteriormente, un grupo de gigantes carnívoros que una vez vagaron por lo que ahora es América del Sur, según el equipo de Aranciaga.
Vivió hace unos 70 millones de años, cerca del final del período Cretácico, en lo que entonces era un bosque tropical, mucho antes de la cordillera de los Andes y los glaciares que ahora definen la Patagonia.
El reptil asesino tenía dos garras muy curvadas por pata delantera, cada garra de unos 40 cm (15,7 pulgadas) de largo.
Aranciaga, que ahora tiene 29 años, tuvo la suerte de encontrar su primer Maip en su primera expedición profesional hace tres años a la provincia de Santa Cruz en Argentina.
Esto condujo a meses de meticulosa excavación, limpieza y clasificación de una gran cantidad de huesos: las vértebras, así como partes de la costilla, la cadera, la cola y el brazo.
“Cuando levanté el párrafo y vi que tenía las propiedades de un megaraptor, fue una emoción tremenda”, recuerda Aranciaga.
“De alguna manera cumplí mi sueño de la infancia… encontrar un nuevo fósil y resultó ser gigantesco: el grupo en el que me especializaba”, dijo a la AFP.
MEP fue uno de los últimos aviones gigantes en habitar la Tierra antes de que los dinosaurios se extinguieran hace unos 66 millones de años, según Fernando Novas, del Laboratorio de Anatomía Comparada del Museo Argentino de Ciencias Naturales.
También es el megaraptor más austral, agregó Aranciaga, becaria doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina.
© 2022 AFP
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