Los soldados rusos que cavaron trincheras en el Bosque Rojo, en la zona de exclusión de la central nuclear de Chernobyl, deberán enfrentarse a: “una enfermedad radiactiva de diversa gravedad durante los próximos 30 días”. Así lo confirma también el jefe de la empresa estatal de energía nuclear ucraniana Energoatom, Petro Kotin, quien informa en Telegram los datos alarmantes que han surgido de los análisis del suelo en esa zona: “Se registraron niveles anormalmente altos de radiación”, con niveles excediendo los estándares normales para el índice de radiación exterior por 10-15 veces. Por otro lado, en cuanto a los descubrimientos de contaminación beta que, como explica Cotten, es uno de los indicadores que componen la radiación interna que reciben los soldados rusos, el dato: “160 veces superior a la norma”. Otro hecho inquietante es el de la contaminación alfa, causada por la gran cantidad esparcida en el bosque de fragmentos de combustible nuclear radiactivo y grafito de construcción: “Estos fragmentos tienen ahora 40-80 cm de profundidad – dice Cotten – cavando a los ocupantes aún más profundo. Cuando se tragan, este tipo de radiación es decenas y cientos de veces más fuerte que la radiación gamma y beta”.
Robo de 133 materiales radiactivos mortales
Agencia Estatal de Ucrania para la Gestión de Áreas Restringidas, citando BBCDijo que las fuerzas rusas que ocuparon la planta de energía nuclear de Chernobyl robarían 133 materiales altamente radiactivos de los laboratorios de investigación que podrían matarlos. “Incluso una pequeña parte de este material es fatal si se maneja de manera poco profesional. Se desconoce el lugar donde se llevó el material robado”.
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