En la cocina mexicana, el limón es más que un simple ingrediente que se agrega a las recetas para darle una nota cítrica a los platillos. El limón es apreciado y centrado en muchos productos, desde tacos hasta pastor y pozol, sin mencionar el clásico tequila de sal y limón. Pero en los últimos meses se ha vuelto más difícil para los mexicanos llevar limones a la mesa: un kilo de estos cítricos ahora cuesta más que un kilo de carne. En los mostradores de los mercados vecinos de la Ciudad de México, los precios alcanzaron máximos históricos, rondando los யூ 4 el kilo, según un informe del Bcc. .
En comparación con el año pasado, el precio de los limones casi se ha triplicado, pero la aceleración real está en los últimos dos meses: el producto a fines de noviembre cuesta la mitad del costo actual. En febrero, los precios promediaron los 80 pesos, o unos 3,5 euros el kilo, según datos del Instituto Mexicano de Precios. Fernando Harrow, director del Consejo Nacional de Agricultura de México, confirma a BccLuis que “no tenemos evidencia de nuestros estudios históricos de que el precio de los limones haya alcanzado los precios actuales”.
México es el segundo mayor productor y exportador de limones del mundo: la inflación mundial de los cítricos aumentó un 35 % en enero desde Chile en diciembre, en comparación con el 7,5 % en Perú, pero el aumento en Centroamérica ha sido espectacular. En la última campaña las plantaciones de cítricos tuvieron una productividad baja (se estima una caída del 24%), lo que no fue suficiente, ya que la demanda de limones aumentó debido a que estaban acostumbrados a consumir limones durante los meses más fríos. Para prevenir enfermedades estacionales.. Pero su consumo era aún mayor porque el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando era vaquero, bebía agua, limón, miel y paracetamol para curarse.
Volviendo a las causas de bajo nivel, tanto los fabricantes como los economistas y el Ministerio de Agricultura señalan factores relacionados con el cambio climático, como las nevadas y las lluvias, como causantes de las pérdidas de cultivos. Otra razón es el aumento de los precios de los fertilizantes. “En un año, sus precios aumentaron más del 100%, lo que significa que algunos fabricantes no tienen evidencia para usarlos, lo que afecta la productividad”, dijo Harrow.
“Los salarios no suben al mismo ritmo que la inflación, pero estamos acostumbrados a la comida mexicana y no hay sustituto para el limón”, comenta la economista Kathia Ramos. “Está golpeando los bolsillos de las personas porque no dejan de comprarlo, sino que aumentan su gasto en limones y gastan menos en otros productos”.
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