Hace unos días se estaba llevando a cabo en El Cairo, Egipto, una nueva fase de negociaciones entre Israel y Hamás para un alto el fuego en la Franja de Gaza. De las reuniones y de las partes interesadas llegan señales contradictorias: la nueva oferta presentada a Hamás incluye algunas concesiones que los mediadores estadounidenses, egipcios y qataríes consideran importantes. Hamás debe dar una respuesta: el jueves, Ismail Haniyeh, el líder político de la organización extremista que vive en Qatar, Anunciar Envío de nuevos enviados a El Cairo “con el objetivo de trabajar para llegar a un acuerdo”.
Este anuncio fue interpretado como una señal positiva, después de días en los que líderes de Hamás expresaron dudas sobre los resultados de las conversaciones, pero aún quedan muchos puntos por determinar, sobre todo en lo que respecta a la definición de “paz permanente”.
Decía De varios medios internacionales. El acuerdo propuesto incluirá tres etapas, comenzando con un alto el fuego temporal durante seis semanas, acompañado de la liberación de algunos rehenes israelíes. La segunda fase incluye negociaciones para una “calma permanente”, una retirada parcial pero sustancial de las fuerzas israelíes de Gaza y la liberación de nuevos rehenes. La tercera fase consiste en definir un plan quinquenal de reconstrucción de los edificios destruidos en la Franja de Gaza. Incluye la segunda fase. A esto le seguirá la liberación de los rehenes militares. Hamás también debe comprometerse a no reconstruir su arsenal militar.
Otra consecuencia del acuerdo sería posponer y evitar la invasión israelí de Rafah, la última ciudad del sur de la Franja en la que el ejército israelí aún no ha entrado, y donde se han refugiado unos 1,4 millones de civiles palestinos: incluso los principales aliados de Israel. Los países, incluido Estados Unidos, consideran que una intervención militar en la zona provocaría una nueva catástrofe humanitaria para la población civil.
Sin embargo, Israel, y sobre todo su Primer Ministro Benjamín Netanyahu, confirmaron recientemente que quieren seguir adelante con la invasión de todos modos, con el objetivo de lograr una “victoria total”, que incluiría la destrucción de Hamás. Pero la organización extremista palestina tiene dudas sobre el lenguaje del acuerdo, que considera demasiado vago, y siempre ha dicho que quiere rechazar cualquier negociación que no proporcione una paz duradera. La presión internacional y la presión ejercida por los países que desempeñan el papel de mediadores intentan sacar a las dos partes de estas dos posiciones que hasta ahora no pueden conciliarse.
Mientras tanto, un informe del PNUD indicó que en la situación actual, después de siete meses de bombardeos israelíes, la posible fase de reconstrucción duraría al menos hasta 2040.
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